4 de julio de 2014

¿Cómo se gestiona el talento?

Todas las personas tenemos talento "no hay nadie que no tenga talento", con esta afirmación comenzaba  Almudena Valdor, profesora de comportamiento humano en la organización y dirección en la Universidad de Navarra,  su ponencia: Gestión  del Talento  dentro del curso de verano Talento y Liderazgo se está desarrollando en el Centro Asociado de Guadalajara desde el miércoles 2 de julio.

Almudena Valdor durante su ponencia Gestión del  Talento
Y qué mejor forma que ilustrarlo que con El Circo del Sol, quien haya asistido a alguna de sus representaciones habrá podido comprobar, una vez que entras a alguno de espectáculos,  una concepción distinta e innovadora del circo que siempre habíamos conocido.

El Circo del Sol es un ejemplo de innovación de una industria agonizante  "la circense", unido al descubrimiento y potenciación de talentos nuevos, una estructura donde se canaliza el talento de las personas.


El Circo del Sol  se formó en 1984 con un grupo de artistas callejeros conocidos como "El Club de los Tacones Altos" que previamente se había formado durante el primer festival de artistas callejeros en una pequeña ciudad de las afueras de Québec.

En 1984 contaba con 73 trabajadores y a finales de 2001, la organización tenía más de 2100 empleados, con más de 500 artistas, pasó de realizar giras con un solo espectáculo a hacer en 2002, ocho espectáculos a la vez.

Constituye un ejemplo de cómo dirigir una estructura, de la existencia de un liderazgo especial dentro de la organización, de un talento directivo que pasa por una manera de entender a la gente y que es capaz de  conseguir que todos los miembros que forman parte de la organización se identifiquen con los valores del grupo.

El talento directivo

El talento directivo o de liderazgo se da en todas las organizaciones, una persona con talento directivo debe basar su liderazgo en varios puntos: visión con capacidad para transformar la realidad; concretada en un logro posible que sea compartido por todos los miembros de la organización y sobre todo en la comunicación a través de un contacto personal, con reconocimiento de los valores y talentos de cada uno de los que constituyen la organización.

Y que mejor forma para expresarlo dentro de un curso teórico práctico, con el ejemplo de un auténtico líder como lo fue: Alejandro Magno.


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