10 de julio de 2013

¿Cómo era la vida religiosa de las mujeres musulmanas al final del Medievo?


Ana Echevarría durante su ponencia sobre las mujeres mulsulmanas

Ana Echevarría, profesora de Historia medieval de la UNED, especialista en el tema de las mujeres y, muy conocida en el ámbito de la investigación medieval, sobre todo los mudéjares y por extensión a los moriscos, en su conferencia de ayer abordó el tema de la vida religiosa de las mujeres musulmanas en la Castilla bajo medieval y renacentista dentro del Curso de Verano: Vivencias femeninas en los caminos de la espiritualidad de la Edad Media y la Edad Moderna.

La profesora Echevarría, señalaría como al hablar de la religiosidad femenina en el Islam en este período hay menor desfase frente a las mujeres cristianas que las diferencias existentes en la actualidad entre las mujeres musulmanas y las occidentales. 

Igualmente expondría como es muy difícil estudiar a estas mujeres, señalando que será en el periodo morisco, después de los bautizos forzosos donde más documentación se posee pero los escritos están muy orientados por la Inquisición.


Distinguirá en su análisis varios periodos la mudéjares, que englobaría las musulmanas que viven bajo dominio cristiano en los siglos XI-XII; las moriscas, musulmanes que viven en la Península después de los bautizos forzosos en los siglos XV y XVI  y las granadinas que vivían en liberta de practicas su religión, donde todas compartirán las religión islámica básica pero con distintos matices.


A lo largo de su ponencia, analizará desde papeles precisos como el de plañideras o  cocineras de los menús de las festividades religiosas, a otros más difusos, como su participación en las  oraciones de la comunidad o en la preparación de los  cuerpos para su enterramiento, su participación en  cofradías o la recitación del Corán, el Islam ofrecía a  estas mujeres unos ámbitos de expresión de su  religiosidad que serán examinados a través de las  fuentes y de representaciones artísticas.


Momento de la presentación de Ana Echevarria por parte de Esther Alegre

Jerarquía social
Señaló que según el Corán no hay una distinción teológica entre hombres y mujeres, todos son iguales ante dios,  a todos les corresponde la salvación, pero también regula las relaciones entre los hombres y las mujeres que en ese respecto ocupan un nivel jerárquico inferior, en la pirámide social  las mujeres están por debajo de todo, de todo – recalcó la profesora Echevarría

No obstante esta igualdad teológica de hombres y mujeres vendría limitada por:   Múltiples limitaciones de la pureza ritual, que va a condicionar  el culto femenino en momentos en que no esté ritualmente pura (menstruación, posparto…): La peregrinación a la Meca, que hará que solo puedan peregrinar una vez alcanzada la menopausia y por último una serie de normas que intentan excluir a las mujeres de las practicas religiosas,  que hace que las mujeres no participen en los rituales, estableciendo  ámbitos separados, y que producen una segregación.

Hay varios factores para justificar la expulsión de las mujeres de la oración conjunto: se hacen muchas observaciones sobre la distracción de los hombres, de los intercambios verbales y del los perfumes que  las  mujeres que usan, así como la oración en la mezquita que se compone de una serie de posturas poco ortodoxos, que si fuera mixta daría lugar a falta de respeto, unido a que  en la plegaria se hacen sermones y tienen contenido político y muchas veces interés que las mujeres no lo escuchen lo que da lugar a una segregación en el ámbito doméstico.

A semejanza del cristianismo, existían unos cánones de mujer virtuosa basados en: la lectura y memorización y copia del Corán, la caridad que podía ser de cosas pequeñas: financiación de lámparas para la mezquita que no sería una caridad muy cara o la creación de fundaciones o cofradías por parte de las clases altas; y la vida retirada va acompañada de la abstinencia estricta de la comida,  así se describirían a la s mujeres virtuosas con la piel pegada a los huesos, ennegrecida, acartonada...

En cuanto al ámbito social, las mujeres tienen una participación en las ceremonias del ciclo de la vida porque no les quedaba más remedio que admitirlas Las principales ceremonias estarían vinculadas al: nacimiento, circunscripción, matrimonio, muerte.

De toda las fuentes existentes de la participación en los funerales y en los entierros es de lo que se tiene más conocimiento, ya que la muerte tiene que ser gestionada de tal manera que les asegure la salvación al difunto, la preocupación vital es cómo enterramos a nuestros difuntos.

Existirá una preocupación por el pudor y la privacidad, reglamentando qué grados de parentescos familiares y qué hombres y mujeres pueden participar en el lavado de los muertos.

Igualmente les preocupa el proceder de la procesión funeraria,  discreción de la mujer mudéjar en los enterramientos, el rango en los enterramientos, el orden en , la oración primero por los hombres y las mujeres,  solo coincidirán en las oraciones funerarias tienen el mismo canon.

Aparecen datos del luto en la participación de las cofradías, se eximirá durante un mes de participar en los actos a aquellos que estén tristes, en el caso de las viudas  cuatro meses y tres días lunares.  Este periodo varia para la mujer que se queda viuda, cuatro meses y diez días (tres meses largos) el luto de la mujer consistiría en: evitar todo lo que pueda animar a los hombres (no pueden llevar ni joyas, ni tintes, ni perfumes, se deben abstener de hacer vida publica. El color del luto es blanco o negro según la forma.


Finalmente concluiría señalando  como el siglo XVI supuso un nuevo ataque contra el ámbito domestico o femenino entre los moriscos, denuncia de practicas que recaen  en el espacio femenino sobre todo en los ayunos y en la elaboración de comidas; es un ataque contra las mujeres, se las acusó de tener reuniones o de enseñar a sus hijos pequeños y hay una serie de quejas de los sacerdotes cristianos: no podían entrar en las casas a predicar  la fe, las habían bautizado pero no podían catequizarlas, cocinaban al a morisca, no utilizaban ni cerdo ni manteca, lo que les preocupa es que como se había matado la carne según su ritual si bien se saldría al ámbito masculino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario